Vidrieras digitales, hologramas, espejos virtuales, realidad aumentada o pago remoto. Estas son algunas de las nuevas herramientas al servicio del comercio minorista y que están reinventando el sector. Si bien son muchas, todavÃa se utilizan poco y el impacto visual no evoluciona al mismo ritmo. El contexto cambia, pero los comercios no tanto.
En el nuevo entorno omnicanal, cada vez hay más puntos de interacción entre el cliente y los productos y/o la marca. El comercio fÃsico sigue jugando un papel fundamental, pero con la llegada de las plataformas de ecommerce y el auge de las redes sociales, ha pasado de ser el único espacio en el que se mostraba el producto, a ser parte de una serie de escenarios a los que accede el cliente (tanto de manera fÃsica como virtual).
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Pero a pesar de las nuevas tecnologÃas, los puntos de venta del sector no han sufrido una evolución radical. La mayorÃa de los comercios siguen manteniendo su perfil de siempre, ya que por lo general es un rubro conservador en cuanto a su fisonomÃa y procesos operativos.
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Sin embargo, no descuida su competitividad y busca la manera de implementar estrategias acordes a los nuevos perfiles de consumidores. Los procesos de innovación son lentos en relación a otros sectores.
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La notoriedad y la diferenciación a través de la visibilidad sigue siendo un atributo clave para estimular las ventas. Pero las herramientas tecnológicas no hacen magia ni garantizan esos resultados por su mera aplicación.
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El primer paso es adaptar los locales (sobre todo los más espaciosos), a la nueva realidad de la distribución de la mercaderÃa. Antes que aplicar tecnologÃa es clave reorganizar los espacios pensando en la eficiencia y funcionalidad.
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Por sus procesos de exhibición, consulta, búsqueda y compra, el ecommerce ha transformado la forma en que los consumidores transitan y buscan artÃculos dentro de un establecimiento fÃsico. Por eso los comercios tradicionales necesitan adaptarse.
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En cuanto al futuro, los cambios
en los locales no serán radicales. La innovación pasa más por poner en valor el
local para atender las necesidades mencionadas que por fomentar comentarios en
Instagram. La verdadera transformación se debe refejar más en los procesos que
en los locales en sà mismos. Herramientas como el análisis de datos o previsión
de la demanda, que no son percibidas por los clientes de la tienda, son las que
más se han desarrollado.